Día del Ambiente
jueves, 05 de junio de 2014 a las 10:07 AM

Decálogo de Buenas Prácticas en la vida diaria

Cada acción cuenta, que el impacto sea positivo. Reduce, reusa, recicla

1. REDUCIR, REUTILIZAR y RECICLAR lo máximo posible.

2. Consumir la ENERGÍA necesaria SIN DESPILFARRARLA.

Aprovechar la luz natural.

3. SEPARAR los RESIDUOS. Colocar contenedores especiales para

Cartón y papel - Plásticos. Buscar que el destino final sea el reciclado

o la recolección por parte de Recuperadores Urbanos (Cartoneros)

4. NO tirar residuos a la vía pública, espacios verdes, y recursos hídricos.

5. NO utilizar el AUTOMÓVIL y los ELECTRODOMÉSTICOS cuando no sea

necesario.

6. Tratar de minimizar el RUIDO.

7. Practicar medidas de ahorro de AGUA.

8. NO utilizar PRODUCTOS AGRESIVOS con el ambiente.

9. Los RESIDUOS PELIGROSOS deben ser gestionados por empresas habilitadas a tal fin.

10. Evitar comprar productos que utilizan envases PLASTICOS y aquellos no

biodegradables.

 

El orden metodológico de gestión de los recursos y de los residuos debería ser siempre el siguiente: (3R) Reducir, Reutilizar y Reciclar, teniendo en cuenta, que cuanto mayor sea la reducción mayor será el ahorro de costos.

 

CONCEPTOS

Reducción: La reducción supone la disminución de la utilización de materias en origen, lo cual consume menos recursos y genera menos residuos.

 

Reutilización: Esta práctica supone alargar el ciclo de vida de un producto mediante usos similares o alternativos de un material, es decir, una vez que un producto ha cumplido la función a la que originalmente estaba destinada, puede que sea totalmente inservible o puede que se le pueda asignar una función alternativa que permita hacer un nuevo uso de él. Esta práctica puede ser útil tanto para reducir el consumo de recursos como para disminuir la generación de residuos.

 

Reciclaje: Esta práctica supone la recuperación de un recurso ya utilizado para

generar un nuevo producto. El reciclaje es una buena opción en la gestión de los recursos frente a la deposición y abandono en basureros o la adquisición de materiales nuevos. Sin embargo, no hay que olvidar que el reciclaje debe ser la alternativa a la previa reducción y reutilización.

 

Otro aspecto reseñable sería que la producción de residuos supone un gasto

importante para una entidad, principalmente debido al costo de las materias primas, mano de obra y energía desperdiciadas en el proceso de generación. Teniendo en cuenta este triple costo, el costo real de los residuos supone a menudo de 5 a 20 veces el costo de su eliminación.